Infinite scrolling

Conmemoración a los primeros dos años.

Ea mañana había que levantarse temprano, arreglarse y salir. Tan solo la noche anterior había terminado de poner lo que me llevaría de mi vida en una maleta cargada con 20 kilos de ropa, computadores y memorias, ese si era un ligero equipaje para tan largo viaje. En el aeropuerto, tan solo un puñado de mis mejores amigos y mi familia estarían allí. Recuerdo particularmente como Lucía y Juliana unieron esfuerzos para regalarme ese sombrero, al que mi cabeza solo entra cuando tengo poco pelo, cómo los que se usaban en los años cincuenta que yo siempre había querido usar.

Después de unos cuantos chistes y unas cuantas historias el momento de dejar todo atrás por un nuevo comienzo había llegado. Muchos abrazos y lágrimas, promesas para el futuro y en general, todas los rituales típicos de una despedida. Al final, no pude cumplir mi promesa de no mirar atrás justo antes de entrar a emigración, sin embargo, eso causo menos dolor del que me esperaba. En el camino a la puerta de abordaje me compliqué más de la cuenta cuando la policía decidió registrar mi maleta y al final pude llegar a la puerta de abordaje justo antes que la gente empezara a abordar el avión.

Dos horas después estaba aterrizando en el aeropuerto de Caracas, el cual tendría que atravesar de lado a lado para buscar mi conexión. En la sala de espera conocería una Alemana que terminaba de hacer un año de voluntariado en honduras, había pasado un par de meses en Caracas y en ese momento regresaba a Münster. Previo al abordaje sería interceptado por un rudo miembro de la guardia nacional quien, a pesar de ver en mis documentos que simplemente me encontraba de conexión reiteraba sus preguntas sobre mi inexistente estadía en Caracas. Una vez en el avión, las siguientes 16 horas serían amenizadas por una conversación sobre política, con la alemana que acababa de conocer, acompañada de buena cerveza y al final de vino. Al final ella conciliaría el sueño y yo no.

Tras aterrizar en Frankfurt, Svenja (así se llama la alemana) me ayudó a salir del puente internacional y a lidiar con las autoridades inmigratorias alemanas. Después, nuevamente habrían promesas de mantenerse en contacto, de llamarnos, etc. No es necesario aclarar que estas promesas nunca se cumplieron.

Tras despedirme de mi compañera de viaje vino el primer gran contratiempo. La persona que se supone me recogería en el aeropuerto no estaba en ningún lugar ni contestaba el teléfono. Tras varios intentos, y después de preguntarse si ya estaba en Alemania (duh!) me dijo que otra amiga de ella llegaría el mismo día al mismo aeropuerto, así que yo tendría que esperarla un par de horas. Al final, el vuelo de la amiga se retrasaría unas cinco horas debido a un aterrizaje de emergencia en Lisboa y yo tendría que esperar totalmente cansado y insomne un total de 6 horas en el aeropuerto. Cómo dato curioso, tras esperar largo tiempo decidimos irnos sin la persona que venía en el avión retrasado.

Tras recorrer las tres horas que separan a Frankfurt de Karlsruhe, mi recibimiento sería un un plato de kassler con sauerkraut acompañado de una deliciosa cerveza Tanen Zäpfler. Mis anfitriones se habían esforzado en darme un recibimiento muy germano. Los siguientes tres días serían de fiesta y diversión, paseos en bicicleta, helado gratis, más Tanen Zäpfler, pero principalmente de dormir muy poco ya que mi horario estaba totalmente deshecho para entonces.

El cuarto día tendría que empezar a defenderme solo. Debería tomar el tren rumbo a Frankfurt y posteriormente a dresden. Desafortunadamente perdí mi conexión en Frankfurt generando un retraso de una hora que acarrearía muchos problemas a mi llegada a Dresden. Al final, el segundo tren sería mucho más cómodo que el primero. Hizo un día soleado, con esa hermosa luz que el sol produce durante los días de octubre. Una hermosa vista de los paisajes Alemanes estaba garantizada. Además, estaba muy emocionado por mi primer viaje en un tren, pero al final el cansancio probaría ser más fuerte y tuve que dormir más de la mitad del viaje.

A mi arribo a dresden tendría que moverme rápido si quería recibir mi cuarto a tiempo. Tristemente la hora de retraso evitó que pudiera reclamar mi habitación forzándome a pasar un par de noches en un hostal. Armado con una dirección y un mapa que no ayudaba mucho tuve que buscar el dichoso hostal cargando mis maletas por la calle, vistiendo mi chaqueta de invierno en una tarde, si bien no caliente, una que no necesitaba de chaqueta de invierno, por que no pude ponerla en ningún otro lado. Una vez encontré el hostal, me dirigí a poner mi maleta en el cuarto, bajar, escribir un email en el internet más caro que he usado en mi vida para luego tomarme tranquilamente una cerveza y después dormir para olvidar lo horrible que fueron las primeras tres horas en Dresden.

Esto es lo que recuerdo de los primeros cinco días en Alemania. Trate de hacer un recuerdo para conmemorar los dos años que ya llevo acá. Muchas cosas han cambiado desde entonces, pero eso es una historia para otra entrada.

Al final un nuevo comienzo

La anterior entra terminó justo antes que yo hablara con el profesor que actúa como mi director de proyecto. El día de hoy voy a terminarles el cuento. Después de leer el correo al que me refería allí, decidí que lo mejor era hablar con él y hacerle conocer mi insatisfacción con el trabajo que se venía realizando. No hubo necesidad de ello pues el se adelantó a decir que él sabía que yo no estaba feliz. Acto seguido, él mencionó que tampoco estaba feliz. Conclusión, había que hacer un "reset" del trabajo, empezar de nuevo pero bajo otras condiciones.

Las nuevas condiciones son muy buenas, ahora tengo que trabajar en el laboratorio que el dirige todo el tiempo. Lo cual no me molesta en absoluto, lo único malo es que ya no cuento con tiempo para procrastinar.

Por otro lado, cambié de trabajo, la paga es mucho mejor aunque las cosas son mucho más limitadas. Tanto así que lo único interesante para hacer es trabajar, jejeje. Vamos a ver como van las cosas, yo espero interesarme pronto por lo que estoy haciendo.

Finalmente, solo me queda por aceptar que esta entrada es un poco mediocre, simplemente no sabía que escribir así que tuve que forzarme a mi mismo. Espero tener más que decir en la próxima.

No Title

Esta iba a ser una entrada de frustración, resentimiento y odio contra mi director. Desde un principio yo sabía que él era bastante arrogante, con poco tiempo y que eso sería un problema. Desafortunadamente mis pronósticos resultaban demasiado optimistas frente a lo que debería afrontar al final. El profesor viaja demasiado y cada vez que tenía suerte de encontrarlo en su oficina me respondía con un: "no tengo tiempo." Cuando finalmente lograba que él me concediera unos minutos, los encuentros terminaban con la sensación que un niño de cinco años hubiera hecho un trabajo mejor que el mío. Debido a esto último sumado a mi falta de iniciativa se puede decir que desperdicié una buena parte de mi tiempo durante el primer semestre básicamente haciendo nada.

El climax de esta situación se presentó el viernes. Hace un par de semanas le pedí una cita, como él se encontraba de viaje me respondió que pasara por su oficina después del 23 de Septiembre en cualquier momento entre dos y cuatro de la tarde; Esto es, el jueves o el viernes de la semana pasada. Debido a que el jueves me encontraba ocupado a esa hora decidí que lo mejor era ir el viernes. También decidí que lo ideal sería ir a las 3pm de manera que no tuviera que esperar si él llegaba tarde.

Cual sería mi sorpresa entonces, cuando yo entro a su oficina a las 2.45 y él, bastante molesto, me dice que él se va de la oficina en cinco minutos. Cuando intento defenderme usando como argumento lo explícito de correo electrónico. Él responde diciendo que, debido a que llevo dos años en la universidad ya debería saber que él se va de la oficina los viernes a las 3pm. Yo, en estado de perplejidad solo atino a decir que yo nunca había ido a su oficina un viernes y que no hay ninguna razón por la cual yo debería saber eso de sus viernes.

Finalmente abandoné su oficina con mucha frustración y enojo. Por la manera en que fui tratado, por esperar tres semanas para una reunión que terminó abruptamente de esa manera, por que definitivamente ya no quería trabajar con alguien que trata a sus subalternos de esa manera. Es una lástima por que es el único profesor que trabaja en los temas que me interesan.

Esa convicción de no trabajar con él estuvo presente hasta hace unos minutos cuando recibí un correo donde se disculpaba por la manera en que se comportó el viernes. Dejando a un lado la sorpresa que me produjo que una persona tan orgullosa y arrogante pidiera disculpas me queda la pregunta: ¿debo trabajar con él durante mi tesis, o debo aprender de los tratos pasados y buscar un nuevo director?

No Podría Ser Peor

Es muy curioso cuantas veces en la vida una persona puede decir que ha pasada la peor noche de su vida. Las razones pueden variar: terminar con una relación, discutir con los padres, pasar la noche haciendo algún trabajo. Creo que yo muchas veces dije que había pasado la peor noche de mi vida, especialmente durante esa época que comprendió casi un año de mi vida, durante la cual sufrí de insomnio. La verdad es que la próxima vez que me vea tentado a hablar de la peor noche de mi vida, solo tendré que referirme a lo que viví hace un par de noche y callaré.

¿Pero, cómo es la peor noche en la vida de una persona? Bien, empieza como una noche normal, uno se va a la cama confiado en que el día siguiente se podrá levantar temprano y ser muy diligente. Cuatro pisos arriba están haciendo una fiesta ruidosa, pero esto no es suficiente para evitar que se pueda dormir. Entonces, hacía las cuatro de la mañana, alguno de los borrachos que abandonan la fiesta cuatro pisos arriba decide que es una buena broma el activar la alarma contra incendios.

Una vez la alarma empieza a sonar de tal manera que no puede ser ignorada. Usted se despierta desconcertado, se viste rápidamente y evacúa el edificio, solo para darse cuenta que usted es el único que ha realizado esa acción y que no era más que una falsa alarma. Usted entonces se dirige de nuevo a su habitación con la esperanza de que la alarma se callará muy pronto y usted podrá descansar tranquilo el resto de la noche. Pero la noche tiene otros planes.

Más de una hora después usted no ha podido conciliar el sueño a pesar de lo cansado que se siente. Sus nervios están deshechos por el sonido constante de las altas frecuencias, en este punto usted siente que su vida carece de sentido. Decide que lo mejor es usar su reproductor de música portátil favorito a un alto volumen con la intención de acallar un poco el ensordecedor ruido de la alarma. Esto solo ayuda por una hora ya que después sus oídos no toleran el alto volumen de la música, sin embargo ellos tampoco toleran a la alarma. En este momento usted empieza a padecer a los pobres prisioneros de guerra en guantánamo, los cuales han tenido que padecer situaciones muy similares a la suya.

A las siete de la mañana, tres horas después de iniciado el incidente, usted decide que es lo suficientemente tarde para despertar a su novia (y posiblemente a todas sus compañeras de apartamento) para pedirle refugio. Ella contestará el teléfono desconcertada pero rápidamente aceptará que usted se dirija a su lugar para que usted pueda descansar. La pesadilla está cerca de continuar. Usted se dirige fuera de su edificio agradecido por el fin de la pesadilla, a pesar que en su cerebro la alarma sigue sonando incesantemente. Usted también da gracias al creador por el silencio que tan solo se ve interrumpido por algún carro que pasa, pájaros cantando o el viento.

Si usted tiene suerte, en el camino a la casa de su pareja no se encontrará con ninguna ambulancia, carro de bomberos o de la policía. No sonará ningún despertador, teléfono celular y su pareja no tendrá timbre en su casa, sino que usted tendrá que golpear. Si usted no cuenta con suerte, como en mi caso, al menos una de estas cosas sucederá y su nivel de frustración alcanzará niveles nunca antes vistos y si las lágrimas no resbalan por sus ojos, estarán muy cerca de hacerlo.

Good Bye Summer

El sol hace los últimos esfuerzos por calentar estas tierras, mientras los vientos traen más y más noticias frías. Es un hecho que ya no le queda mucho tiempo al verano, testigos de ellos son aquellas hojas que ya empiezan a perder su color verde para dar paso al amarillo. Este año no parece traer muchos tonos de rojo, el final del verano no fue frío. Por el contrario, tuvimos la primavera más caliente en la historia del país, pero los meses centrales del verano fueron oscuros y lluviosos (sin mencionar que no fueron cálidos).

Cuando llegó agosto yo había perdido toda esperanza de tener algo de calor y me había conformado con mojarme cada vez que salía con mi bicicleta. Pero entonces llegó agosto con bastante sol y calor, tanto que al medio día tenía que detener mi rutina de trabajo para no morirme de calor. Al final agosto también se fue y el otoño empieza a mostrarse como el dueño del clima.

Es curioso que me sienta un poco melancólico por el final del verano. A fin de cuentas el otoño es mi estación favorita y por consiguiente debería estar feliz, pero no es así. No puedo dejar de pensar en lo mucho que disfruté sobre mi bicicleta. Los paseos bajo el sol a las nueve de la noche. En cierta manera este verano ha sido la mejor época que he experimentado desde que llegué acá. Por el contrario, el otoño se presenta con muchos desafíos, ahora estoy retrasado con mi tesis, hay que sacar un montón de dinero que en estos momentos no tengo. Solo espero que sean más las felicidades que las dificultades.

P.S. ya extrañaba pasar por acá a escribir algo. Espero hacerlo más seguido de ahora en adelante.

Al Fin con Proyecto

Llevo casi dos semanas sin escribir por acá, lo cual va en contra de mi propósito de escribir por lo menos una entrada semanal. Esta vez no puedo decir que sea la falta de ideas para poner, pues ideas hay y bastantes. La razón de mi ausencia es, después de casi tres meses de esperar a ver que se decidía, mi director finalmente decidió lo que tengo que hacer de proyecto. El proyecto no es la tesis, pero es el paso antes de la tesis. Debido a que estoy algo atrasado con eso (debido a la larga espera) entonces estoy trabajando a doble marcha lo que no me dejar mucho tiempo de pasar por acá.

Por otro lado, el proyecto ha sido realmente divertido de realizar, decidí volver a programar en C++ y esto me llevó a descubrir las librerías boost, ellas hacen que programar sea divertido de nuevo. Si todo va bien, seré capaz de terminar ese proyecto en un par de semanas. Ese es el objetivo, aunque no se que tan viable sea. Por ahora, ya terminé la mitad del proyecto, pero la parte final puede ser la más complicada. Ya veremos.

Pintor de Brocha Gorda

Mi padre llegó a casa con una unos cuatro tarros de pintura blanca. Mi mamá siempre le ha gustado que los lugares estén bien iluminados y no iba a aceptar ningún otro color. Las camas y otro enceres se harían a un lado y darían paso a un alfombrado de papel periódico. Suerte para mi, yo era muy pequeño para participar en la herculea tarea de mover toda la casa a un lado y otro cada vez que una pared era pintada. Sin embargo, se me era permitido de cuando en cuando la diversión de pintar la casa. Antes de empezar haríamos esos sombreros de papel, los cuales más que evitar que nos llenáramos la cabeza de pintura, contribuía a la sensación de que se trataba de un juego. Este es mi primer recuerdo de pintar una casa.

El segundo ocurriría años después, mientras me encontraba en la adolescencia y pintar ya no hacía parte de la definición de diversión. En este momento no puedo recordar realmente si colaboré o logré evadir la tarea. Recuerdo que el color elegido esta vez fue un horrible curuba que permaneció en las paredes por casi una década. Si colaboré en esa ocasión, supongo que la tarea fue tan aburrida que ya no la consideraría digna de ser recordada. Lo que puedo decir es que en las ocasiones posteriores en que mis padres decidieron ofrecerle un nuevo color a nuestro hogar, logré evadir el martirio que representaba mover todas las cosas para dejar las paredes y los cuartos limpios. Admitámoslo, pintar es divertido, pero uno desperdicia más tiempo preparando el lugar al que se le dará nueva vida que dándole nueva vida.

La siguiente ocasión en que exitosamente logré evadir la pintura se debió a un viaje. Cuando volví mis padres quisieron darme la sorpresa de tener un cuarto con una pared azul. Si bien el azul era bonito, el terminado quedó horrible. Callé durante años para no hacerles sentir mal por la fallida sorpresa. Posteriormente, mi papá decidió que para él tampoco era divertido desperdiciar un par de semanas para poner nuevos colores a las paredes, así, decidió contratar a alguien. Lo mejor es que en esta ocasión fui yo quien escogí los colores de mi cuarto y hasta el día de hoy me parece que no he habitado algún lugar tan bonito como ese. Desafortunadamente no viviría allí mucho tiempo para disfrutar de mis nuevos colores.

La conclusión, pintar es divertido, siempre y cuando se haga en un cuarto desocupado y donde no haya que guardar cosas en cajas, no haya que mover camas ni armarios ni que haya preocupaciones de dañar algo.

Nothing is permanent, but change is

Supongo que muchos preguntaron la razón de mi post anterior. De repente salí hablando de CSS' y de diseño web. Pues la razón era que quería traer este cambio a mi blog. Hice varios experimentos usando estilos alternativos (en particular terminé uno con un estilo muy grunge), pero lo mío ya no son los temas oscuros, me gustan las cosas minimalistas y definitivamente estaríamos en la etapa blanca de mi vida (así como Picasso tuvo su etapa azul y hablando de esta etapa ¿No es curioso que todos esos grandes pintores, como Picasso y Van Gohg, tuvieran que usar prostitutas como modelos por que no conseguían modelos de verdad?).

Recapitulando, estoy en mi etapa blanca y que no es solo en el blog sino en mi vida personal. Las cosas últimamente marchan muy bien, tanto así que lo único que todavía necesita mejorar es mi tesis que todavía no marcha como debería. Sin embargo, lo más importante, la razón de mi felicidad, es que me comprometí. Si señores, se acabó la soltería. Los que pensaban que iba a terminar de fraile se equivocaron. Aunque tampoco se apresuren, pues la boda se va a demorar un poquito, pues cómo acá el frío ya llega no tenemos ganas de hacer un matrimonio en medio de la nieve. Así que, si las cosas marchan como van, en mayo del otro año le daré el adiós definitivo a mi soltería.

Y pues no siendo más, los dejo. Espero comentarios sobre la nueva piel de mi blogcito.


CSS Handling

Estoy diseñando un nuevo template para este blog y, dado que los más importantes navegadores (y los únicos que me interesan soportar) implementan css3, decidí agregarle usar algunos de los elementos del nuevo estándar. Particularmente quería usar la propiedad @font-face. Debido a que yo uso firefox, mis pruebas de diseño tienden a realizarse sobre este navegador. Los resultados fueron lamentables y a pesar que no cambié el css me conformé a no usar la propiedad mencionada.

La sorpresa se daría cuando abrí, por casualidad, la misma página en Opera y de repente las fuentes aparecieron allí. Entonces, tras realizar más experimentos, descubrí la razón del problema. Como medida de protección de la propiedad intelectual sobre las fuentes, no aplica la propiedad @font-face a menos que el archivo de la fuente se encuentre en el mismo servidor que la página en la que se espera usar, sin embargo, Opera no tienen ningún problema en mostrar la fuente correcta sin importar en que servidor se encuentre hospedada.

Zappa

Bien es sabido por la mayoría de quienes me conocen que soy un gran fan de Zappa, y quienes no lo sepán, solo tienen que mirar acá. Curiosamente es una afición no tan vieja como me gustaría pero ahí está. Cuando fui a Berlín uno de los puntos que quería conocer principalmente era la Frank Zappa Straße (aunque no pude ir por cuestiones de tiempo).

En todo caso, la razón por la que escribo esta entrada es que quiero recomendarles la entrada que la caja de resonancia acaba de publicar. En este entrada Carlos hace una excelente recopilación de los discos que un novato en Zappa debería escuchar. Solo puedo decir que le faltó poner el Freak Out! al principio de la lista, pero por lo demás, estoy muy de acuerdo en sus recomendaciones. Ahora solo me queda decir que espero más fans de Zappa en el futuro.



La verdad de la investigación en Colombia

Hace unos días leía yo un artículo del malpensante en el cual se exponía la farsa de las publicaciones universitarias en Colombia. El autor mostraba como un círculo de revisores y revisados se valían del sistema generado por colciencias para calcular el salario de un docente para desangrar al erario público. El autor particularmente critica a las ciencias humanas, y de hecho asume ingenuamente que estas cosas no pasan en las ciencias puras y/o ingenierías. Desafortunadamente para el autor de aquel artículo, mi experiencia me ha mostrado que estas aberraciones ocurren incluso en los círculos más importantes de la ingeniería. Para sustentar lo que digo, puedo hablar sobre mi propia experiencia.

Hace unos años, antes de emigrar de Colombia tuve la oportunidad de vincularme como asistente de investigación en un proyecto desarrollado por una prestigiosa universidad, patrocinado en una parte por colciencias y en otra por una reconocida compañía Colombiana. En esa época era recién graduado e idealista. Soñaba en hacer investigación por que creía en la ciencia, por eso, no dudé un par de segundos en tomar el puesto.

Tras meses de trabajar en un software del que nadie tenía idea de como debía funcionar de tal manera que los requerimientos cambiaban cada día. Tras dificultades tratando de contactar y/o entrevistar personal dentro de la compañía. El proyecto tuvo un abrupto final tan pronto como se publicó un artículo en una conferencia. Doloroso para mí fue el hecho de dejar a un lado a la única persona que había creído en nuestro proyecto, por que el director de este no le consideró relevante y, francamente creo yo, ya no estaba más interesado en el proyecto. En ese momento me di cuenta de la triste realidad. A nadie le interesaba nuestro trabajo y las razones por las que se hacía este proyecto obedecían más a motivos económicos y de reputación, que a un amor por la ciencia.

El negocio funcionaba así: la compañía que financiaba en parte el proyecto y en la cual este se desarrollaba estaba solo interesada en dos cosas, en primer lugar, un descuento, equivalente al 120% del costo del proyecto, en los impuestos. En segundo lugar, mantener la reputación de ser una compañía que patrocina la investigación. Al director del proyecto, le interesaba publicar un artículo para que, como lo demuestra el artículo del malpensante, le subieran el puesto. Pero eso no termina ahí. Al comenzar el proyecto se pasa un presupuesto a Colciencias, en el cual se estipulan los gastos que el proyecto tendrá, estos gastos incluyen rubros como computadores nuevos, salarios de los asistentes, gastos para reuniones de socialización, incluso había un rubro para una reunión bastante grande para el lanzamiento del proyecto. Si el jefe ahorraba dinero en esos rubros él se quedaba con la diferencia. Obviamente no es algo tan rápido como eso, pero si se conocían las personas correctas, ese era el resultado.

Estas cosas desilusionan cuando uno cree en la ciencia. Antes de que esta historia tuviera lugar, pertenecí a un laboratorio donde las cosas se hacían con idealismo. La gente trabajaba por amor a lo que hacía. Claramente, estos proyectos, donde si se hacía ciencia, nunca lograron patrocinio de colciencias. Probablemente por que su enorme presupuesto era desangrado en proyectos similares a aquel en el cual yo trabajé.

Cuando los niños llegan

En más de una ocasión he mirado con ojos altamente críticos la alagaravía que otros hacen en sus blogs cuando algún conocido está a punto de tener un bebe. Muchas veces he considerado que eso no es propio de un blog "serio como el mío" (hä! sí, como no). Pero la verdad sea dicha, yo mismo he sucumbido a estos destellos de emoción un par de veces. La primera vez fue hace unos años (mierda, ya van a ser cuatro) y la segunda es hoy.

Pues sí, mi hermana está embarazada desde hace ya unos meses, pero como este blog estaba casi muerto por esos días, pues no se hizo la mención requerida. Cómo en el caso anterior, es lamentable que el pequeño Josue (prometo no ponerle a mis hijos nombres bíblicos en la medida que me sea posible) está en un país al cual me queda muy difícil viajar. En todo caso, desde acá se le desea lo mejor y que prometo llevarle goma de mascar y ayudarlo a romper las reglas de mi hermana cada vez que vaya a visitarlo.

Y a mi hermana y familia le doy mis más sinceras felicitaciones. Espero que estén contentos de verdad.

¿Empresario o Emplado?

Hace un par de días leía yo una entrada llamada Actitudes Tercermundistas. En esta entrada se critica a aquellas personas que no tienen ninguna intención de crear una empresa propia, y por el contrario, están contentos en el rol de empleador. Contrario a la opinión del autor, considero que el afán de crear empresa no es una actitud del primer mundo, ni tampoco es algo totalmente deseable. De antemano, ofrezco mis respetos a aquellos empresarios emprendedores y afirmo que no tengo nada en contra de ellos.

Primero que nada, el afirmar que el no querer crear empresa es una acitud tercermundista está totalmente errado. De acuerdo a un estudio publicado por el Global Entrepreneurship Monitor en el año 2007 y rápidamente resumido por el tiempo el 20 de Junio del año 2007 (este link necesita que usted sea miembro del tiempo), Colombia es el segundo país del mundo donde más empresas se crean, solamente superado por Perú. De acuerdo con el informe, un 22,48% de los ciudadanos colombianos estuvieron involucrados en la creación de nuevas empresas. El número de emprendedores colombianos contrasta con el de emprendedores belgas, el segundo país con mayor ingreso per capita en Europa (solo detrás de Luxemburgo) donde solo el 2.73% se vio involucrado en esta actividad. En Japón, otro país del primer mundo, el porcentaje de la población que se vio envuelto en la creación de empresas es apenas mayor que en Bélgica, con un 2.9%. Con base en estas estadísticas se puede concluir que el espíritu emprendedor no es una actitud del primer mundo, sino que hace parte de la idiosincrasia colombiana.

Es curioso, sin embargo, que a mi llegada a Alemania también noté que no había muchas empresas de pequeño tamaño, y que tampoco había muchos emprendedores. Pro esa razón en algún momento empecé a buscar el por qué un país con una economía tan grande contaba con tan pocas nuevas empresas. Poco tiempo después, mientras llevaba una conversación con un politólogo, me enteré que la razón es la siguiente. La ley está diseñada para que solo empresas que puedan demostrar su sostenibilidad a mediano y largo plazo puedan ser creadas. De tal manera que, si bien pocas empresas son creadas, la mayoría de ellas sobreviven por un largo tiempo. Esto también contrasta con la realidad colombiana donde el 10% de las empresas creadas cierran sus puertas antes de cumplir un año de funcionamiento. Acá, Colombia se encuentra de nuevo en segundo lugar a nivel mundial en empresas nuevas cerradas.

Tal vez el único país del primer mundo donde las empresas se abren constantemente es los Estados Unidos de America. Sin embargo la mentalidad norteamericana es totalmente diferente a la colombiana. Mientras el emprendedor colombiano se apega a su empresa como si fuera su propio hijo el cual guarda celosamente. El emprendedor norteamericano simplemente espera crear un idea, cuya propiedad intelectual pueda ser vendida a un alto precio (es por eso que en U.S. se considera que el verdadero capital de una empresa es sus patentes). Curiosamente, dos de las empresas más grandes de nuestros días no lograron convencer a los grandes jugadores de los negocios en comprar sus ideas. Google por ejemplo no logró que Yahoo! comprara su algoritmo. De la misma manera, Microsoft no logró que IBM comprara la compañía.

Ya que he mostrado que el espíritu emprendedor no es una actitud del primer mundo, quiero mostrar por que considero que este espíritu puede convertirse en una amenaza para la economía. De antemano quiero aclarar que los siguientes párrafos no aplican para empresas que proveen productos novedosos. Y por producto novedoso se debe entender aquellos productos que satisfacen una necesidad de los consumidores que no había sido satisfecha previamente. Sin embargo, me experiencia en Colombia me dice que muy pocas empresas ofrecen productos novedosos, y en general se dedican a repetir formulas que resultaron exitosas para la competencia.

En primer lugar, tenemos las empresas de nuestros emprendedores las cuales generalmente ofrecen un producto o servicio. Después tenemos los consumidores de los productos y/o servicios de las primeras empresas. Estos consumidores pueden ser cualquier cosa, otras empresas, usuarios finales, gobierno, etc. Estos dos jugadores interactúan en un ecosistema denominado mercado. Simplificando las cosas, podemos dividir a los consumidores en dos grupos, los pequeños consumidores que compran al mejor postor, y los grandes consumidores, los cuales están más interesados en la garantía que su necesidad será satisfecha, que en el precio que tienen que pagar por el producto.

El mercado, en general, tiene un tamaño que no varía mucho; a menos, claro, que le necesidad por el producto aumente. Esto implica que al tener un mayor número de empresas productoras, cada una tendra una porción más pequeña del mercado y una menor oportunidad de crecer. Ahora, si todas las empresas permanecen pequeñas, entonces no podrán ofrecer las garantías que los grandes consumidores exigen. Es así como las calles de Bogotá son arregladas por conglomerados Mexicanos, el sistema de información de la Universidad Nacional (que es una catástrofe) fue diseñado por una empresa española. Al final, solo se cuenta con un gran número de pequeñas empresas que no son competitivas ni a nivel nacional ni internacional, situación lamentable en un mundo globalizado. Por eso creo que vale más un par de empresas bien posicionadas que un ejercito de empresas que difícilmente producen suficiente dinero para mantener a sus dueños.

Finalmente, a nivel personal, puedo decir que yo no deseo hace empresa por que no quiero dedicarme a labores administrativas mientras dejo de hacer lo que me gusta. En segundo lugar, lo mío es la investigación y es casi imposible que una empresa recién fundada se pueda dar el lujo de financiar proyectos de investigación, para tal fin se necesita trabajar en una institución para tal fin (como hago ahora en esta institución), o en una empresa con un laboratorio ya establecido (como IBM).

En conclusión, creo que el no querer ser empresario es una opción válida que merece respeto, de la misma manera en que los emprendedores lo merecen.

Sobre los que quieren ser personas de bien

Esta es una entrada que había pensado hace un buen tiempo, pero que no me había sentado a redactar y que va muy acorde a las últimas dos entradas

En septiembre del año 2006 me graduaría yo como ingeniero de sistemas. En este momento, uno todavía es un don nadie que no tiene la más remota idea de como aplicar por un trabajo, así que la tarea de encontrar un puesto decente tomaría algún tiempo. Sin embargo, mi familia se afanaba por que yo empezara a producir y no me convirtiera en un vago. Frente a esta situación la única opción viable sería aceptar un puesto mal pago en la nueva empresa de un compañero de la universidad. Es allí donde uno escribiría el código que no quiere que jamás salga a la luz pública, pero a raíz de los miserables sueldos que se pagaban, los empleadores no podían esperar más. Sin embargo no es este el tema del que quiero hablar en este momento.

La historia comienza un par de meses después que yo entrara a trabajar allí. Debido a razones financieras, se decidió que las instalaciones, de la empresa donde yo laboraba, serían compartidas con la empresa del padre de una de las socias fundadoras (y mi jefe, bien sea dicho de paso). Su papá, quien provenía de una familia de escasos recursos económicos (y no digo de origen humilde, pues ese señor era todo menos humilde), le había apostado al negocio de las tarjetas de teléfono prepago, generándole bastante dinero una vez el negocio de las ventas de minutos a celular reventaron a lo largo y ancho de Colombia.

Tal como pasa con muchas personas en Colombia, quienes, proviniendo de hogares pobres y logran amasar algún tipo de fortuna económica. El señor X (cómo en adelante me referiré a él) había decidido que se encontraba un escalón encima mío en la escala evolutiva y por consiguiente todo aquel que no pudiera mostrar una cadena de 24 kilates a través de la camisa abierta en el pecho debería ser tratado de la misma manera en que Luis IV el Justo trataba a sus lacayos. Pocos días después se decidió que los empleados no teníamos derecho a usar el baño de la oficina, que estaría destinado únicamente a los tres gerentes (mis dos jefes,el novio de la hija de X y X). Nosotros, pobres creaturas del señor deberíamos usar los baños públicos del piso donde nos encontrábamos. Los empleados tampoco podíamos usar el teléfono sin pedir permiso a las cuatro personas antes mencionadas, ni tampoco podríamos almorzar con ellos en las mesas destinadas para ese propósito. No, nosotros teníamos que almorzar escondidos en la cocina.

Poco después X, considerando que su condición era mucho mejor que la de sus vecinos, decidió mudarse más al norte y al oriente (la verdad no tanto, pero sirve para propósitos literarios) a un lugar donde seguramente vivirían más personas de su estirpe, digo, condición social. Es allí donde empiezan sus, y mis, problemas. Debido que el sistema de clases de Bogotá es más estricto que el sistema de castas en la india, este señor nunca encajó en el nuevo lugar donde vivía, a pesar de todos sus esfuersos por ser aceptado en este nuevo círculo social. Sus esfuerzos por ser aceptado lo llevaron a organizar un bazar bailable con lechona incluida para todos los residentes de su conjunto. Todavía recuerdo yo su enojo y frustración el lunes siguiente mientras comentaba que este bazar había sido un gran fracaso.

El principal problema de sus frustraciones era, que usualmente la venganza se dirigía a sus pobres lacayos, acentuando el sistema clasista del país. Por mi parte, después de cuatro meses tuve suficiente de sus tratos y la mala remuneración y conseguí otro trabajo en el cual no me iría mucho mejor; pero como no hay tercero malo, en el tercero si me iría bien. La empresa en la que trabajaba no soportó el sistema de clases por mucho tiempo más y dejaría de compartir instalaciones poco tiempo después de mi partida. Posteriormente X convencería a su hija que su socio no era más que una carga y lograría que la empresa se separara en dos. Finalmente aprendí que si bien, no existe un sistema de discriminación en mi país basado en razas, definitivamente existe uno basado en algo más que el dinero.

Sobre el post anterior

Muy pocas veces he tenido yo que editar o explicar mis palabras en este espacio. Sin embargo, creo que muchas de las personas que leen este blog han terminado con la idea que el racismo en Alemania se encuentra por todo lado, que en cualquier momento serán discriminados y odiados.

Una de las razones por las que escogí historias (verídicas además) que no ocurrieron en Alemania, es el no querer estigmatizar este país que me ha acogido tan bien. Lo que quería mostrar es que la discriminación se encuentra en cualquier lado. También quería mostrar que es muy distinta la sensación de indignación que se siente cuando escuchamos hablar de racismo y los sentimientos que hay cuando se vive la discriminación.

Por favor, en ningún momento he querído hablar mal de los alemanes. Llevo año y medio viviendo acá, en una de las ciudades que supuestamente cuenta con la mayor influencia neo-nazi y sin embargo nunca había recibido ese trato. La gente acá es muy amable y en general no piensan que los latinos seamos menos que ellos. Por el contrario, admiran muchas cosas de nuestra cultura y definitivamente, todos desearían tener nuestro clima.

Así que si lo que usted quería era que yo dijera un montón de cosas en contra de la gente que me a tratado tan bien, pues se jodió, vaya y si lo que busca son razones para decir que, a pesar que matamos indígenas y sindicalistas, que somos unos guerreristas de primera y que cualquier palabra que empiece por FAR es equivalente al diablo, nuestra cultura es mejor, entonces mejor vaya a buscar a otro lado.

Para finalizar, a todos ustedes que piensan que en Colombia no existe ningún tipo de discriminación, solo necesito comentarles que alguna vez alguien estuvo a punto de golpearme por que dije que Uribe no me gustaba como presidente.

Sobre el racismo y la xenofobia

Antes de hacer cualquier comentario sobre esta entrada y pensar que los europeos son lo peor, por favor lea la siguiente entrada.

A y B son una pareja multiracial. Él es caucásico y ella es afroamericana. Alguna vez, mientras viajaban por el sur de los Estados Unidos de América, mientras se encontraban en un restaurante se acercó una mesera quien les dice "Ustedes deberían estar avergonzados."

C es un japones. Cómo muchos, tenía el deseo de conocer America. El sueño se convertiría en una amarga experiencia cuando, mientras visitaba un edificio de oficinas, un conserje, confundiéndolo con un vietnamita, correría tras él llamándolo charlie.

D nació en Bangladesh. Ella es mitad inglesa y por consiguiente el tono de su piel es más claro que el de la vasta mayoría de la gente de su país. En su nativa Bangladesh su color de piel es deseable ya que le garantizará encontrar un marido de una mejor condición social que el de una Bangladeshi con el tradicional color de piel indio. Su pesadilla, sin embargo, empezaría cuando su familia decidió mudarse a Nueva Zelanda. Allí los nativos le dirían cosas como "Vuelve a tu país curry muncha" o "dame curry rápidamente." Las cosas solo empeorarían cuando ella se mudó a Australia, donde el colegio "multicultural" no era más que un caldo de odios entre asiáticos, musulmanes, latinos y blancos.

Historias sobre racismo nos conmueven, nos llenan de indignación y nos hacen preguntarnos acerca de lo mal que está el mundo. Sin embargo, ninguna de estas historias, ni los sentimientos que ellos generan pueden preparanos para el sentimiento que se experiencia cuando se es víctima del racísmo y la xenofóbia. ¿Que se siente entonces? muchas cosas al mismo tiempo, se siente humillación, y frustración. Se siente como si hubieran rasgado el alma en dos. Las lágrimas no pueden contenerse al saber que mis principios, creencias y dogmas están reducidos al escudo de mi pasaporte y a la palabra "latinoamericano." Se siente como si no existiera la posibilidad de un futuro.

No es que sea la primera vez que me sienta juzgado por mi condición de latinoamericano, pero es la primera vez que sucede a manos de alguien cuya opinión importa para mi futuro. No importa que mis jefes no tengan más que una buena opinión por mi trabajo, no importa que las personas que me conocen reconozcan mis cualidades, y que si bien tengo muchos defectos, como todos, estos no hacen que se me considere una mala persona. No importan las buenas opiniones que han dado sobre mi, todas las personas a quien susodicho xenófobo a consultado. Nada de eso importa, por que para este él mi valor se mide en los términos de mi pasaporte y mi procedencia étnica. Es por eso que duele tanto, es por eso que me siento tan vacío. Duele igualmente que mis mejores amigos, aquellos con quien puedo contar incondicionalmente, se encuentren a más de 10.000 km de distancia.

Este, definitivamente, no es el mejor momento de mi vida.



Carta abierta

Queridos lectores,

Jamás me imaginé que si dejaba de escribir, alguien se manifestaría para que no abandonara mi blog. Esos mensajes de ánimo son algo inesperado y bonito. Debo decir que al igual que ustedes, o más aún, yo extraño escribir en este blog, ya que él me permite jugar con el lenguaje. Usar palabras no comunes, tocar los límites de mi capacidad de expresión en esta lengua que tanto quiero y que ahora uso poco.

Si no he escrito, no ha sido por falta de ideas, sin embargo he tenido un semestre bastante atareado, tratando de terminar todas las materias. Pronto terminaré y espero retomar la costumbre de escribir acá o en un cuaderno o en cualquier lado, pero escribir al fin de cuentas. Espero volver pronto, pero necesitaré recrear el habito que ya perdí, así que puede que tome más tiempo que el que deseo.