Infinite scrolling

No Title

Esta iba a ser una entrada de frustración, resentimiento y odio contra mi director. Desde un principio yo sabía que él era bastante arrogante, con poco tiempo y que eso sería un problema. Desafortunadamente mis pronósticos resultaban demasiado optimistas frente a lo que debería afrontar al final. El profesor viaja demasiado y cada vez que tenía suerte de encontrarlo en su oficina me respondía con un: "no tengo tiempo." Cuando finalmente lograba que él me concediera unos minutos, los encuentros terminaban con la sensación que un niño de cinco años hubiera hecho un trabajo mejor que el mío. Debido a esto último sumado a mi falta de iniciativa se puede decir que desperdicié una buena parte de mi tiempo durante el primer semestre básicamente haciendo nada.

El climax de esta situación se presentó el viernes. Hace un par de semanas le pedí una cita, como él se encontraba de viaje me respondió que pasara por su oficina después del 23 de Septiembre en cualquier momento entre dos y cuatro de la tarde; Esto es, el jueves o el viernes de la semana pasada. Debido a que el jueves me encontraba ocupado a esa hora decidí que lo mejor era ir el viernes. También decidí que lo ideal sería ir a las 3pm de manera que no tuviera que esperar si él llegaba tarde.

Cual sería mi sorpresa entonces, cuando yo entro a su oficina a las 2.45 y él, bastante molesto, me dice que él se va de la oficina en cinco minutos. Cuando intento defenderme usando como argumento lo explícito de correo electrónico. Él responde diciendo que, debido a que llevo dos años en la universidad ya debería saber que él se va de la oficina los viernes a las 3pm. Yo, en estado de perplejidad solo atino a decir que yo nunca había ido a su oficina un viernes y que no hay ninguna razón por la cual yo debería saber eso de sus viernes.

Finalmente abandoné su oficina con mucha frustración y enojo. Por la manera en que fui tratado, por esperar tres semanas para una reunión que terminó abruptamente de esa manera, por que definitivamente ya no quería trabajar con alguien que trata a sus subalternos de esa manera. Es una lástima por que es el único profesor que trabaja en los temas que me interesan.

Esa convicción de no trabajar con él estuvo presente hasta hace unos minutos cuando recibí un correo donde se disculpaba por la manera en que se comportó el viernes. Dejando a un lado la sorpresa que me produjo que una persona tan orgullosa y arrogante pidiera disculpas me queda la pregunta: ¿debo trabajar con él durante mi tesis, o debo aprender de los tratos pasados y buscar un nuevo director?

No Podría Ser Peor

Es muy curioso cuantas veces en la vida una persona puede decir que ha pasada la peor noche de su vida. Las razones pueden variar: terminar con una relación, discutir con los padres, pasar la noche haciendo algún trabajo. Creo que yo muchas veces dije que había pasado la peor noche de mi vida, especialmente durante esa época que comprendió casi un año de mi vida, durante la cual sufrí de insomnio. La verdad es que la próxima vez que me vea tentado a hablar de la peor noche de mi vida, solo tendré que referirme a lo que viví hace un par de noche y callaré.

¿Pero, cómo es la peor noche en la vida de una persona? Bien, empieza como una noche normal, uno se va a la cama confiado en que el día siguiente se podrá levantar temprano y ser muy diligente. Cuatro pisos arriba están haciendo una fiesta ruidosa, pero esto no es suficiente para evitar que se pueda dormir. Entonces, hacía las cuatro de la mañana, alguno de los borrachos que abandonan la fiesta cuatro pisos arriba decide que es una buena broma el activar la alarma contra incendios.

Una vez la alarma empieza a sonar de tal manera que no puede ser ignorada. Usted se despierta desconcertado, se viste rápidamente y evacúa el edificio, solo para darse cuenta que usted es el único que ha realizado esa acción y que no era más que una falsa alarma. Usted entonces se dirige de nuevo a su habitación con la esperanza de que la alarma se callará muy pronto y usted podrá descansar tranquilo el resto de la noche. Pero la noche tiene otros planes.

Más de una hora después usted no ha podido conciliar el sueño a pesar de lo cansado que se siente. Sus nervios están deshechos por el sonido constante de las altas frecuencias, en este punto usted siente que su vida carece de sentido. Decide que lo mejor es usar su reproductor de música portátil favorito a un alto volumen con la intención de acallar un poco el ensordecedor ruido de la alarma. Esto solo ayuda por una hora ya que después sus oídos no toleran el alto volumen de la música, sin embargo ellos tampoco toleran a la alarma. En este momento usted empieza a padecer a los pobres prisioneros de guerra en guantánamo, los cuales han tenido que padecer situaciones muy similares a la suya.

A las siete de la mañana, tres horas después de iniciado el incidente, usted decide que es lo suficientemente tarde para despertar a su novia (y posiblemente a todas sus compañeras de apartamento) para pedirle refugio. Ella contestará el teléfono desconcertada pero rápidamente aceptará que usted se dirija a su lugar para que usted pueda descansar. La pesadilla está cerca de continuar. Usted se dirige fuera de su edificio agradecido por el fin de la pesadilla, a pesar que en su cerebro la alarma sigue sonando incesantemente. Usted también da gracias al creador por el silencio que tan solo se ve interrumpido por algún carro que pasa, pájaros cantando o el viento.

Si usted tiene suerte, en el camino a la casa de su pareja no se encontrará con ninguna ambulancia, carro de bomberos o de la policía. No sonará ningún despertador, teléfono celular y su pareja no tendrá timbre en su casa, sino que usted tendrá que golpear. Si usted no cuenta con suerte, como en mi caso, al menos una de estas cosas sucederá y su nivel de frustración alcanzará niveles nunca antes vistos y si las lágrimas no resbalan por sus ojos, estarán muy cerca de hacerlo.

Good Bye Summer

El sol hace los últimos esfuerzos por calentar estas tierras, mientras los vientos traen más y más noticias frías. Es un hecho que ya no le queda mucho tiempo al verano, testigos de ellos son aquellas hojas que ya empiezan a perder su color verde para dar paso al amarillo. Este año no parece traer muchos tonos de rojo, el final del verano no fue frío. Por el contrario, tuvimos la primavera más caliente en la historia del país, pero los meses centrales del verano fueron oscuros y lluviosos (sin mencionar que no fueron cálidos).

Cuando llegó agosto yo había perdido toda esperanza de tener algo de calor y me había conformado con mojarme cada vez que salía con mi bicicleta. Pero entonces llegó agosto con bastante sol y calor, tanto que al medio día tenía que detener mi rutina de trabajo para no morirme de calor. Al final agosto también se fue y el otoño empieza a mostrarse como el dueño del clima.

Es curioso que me sienta un poco melancólico por el final del verano. A fin de cuentas el otoño es mi estación favorita y por consiguiente debería estar feliz, pero no es así. No puedo dejar de pensar en lo mucho que disfruté sobre mi bicicleta. Los paseos bajo el sol a las nueve de la noche. En cierta manera este verano ha sido la mejor época que he experimentado desde que llegué acá. Por el contrario, el otoño se presenta con muchos desafíos, ahora estoy retrasado con mi tesis, hay que sacar un montón de dinero que en estos momentos no tengo. Solo espero que sean más las felicidades que las dificultades.

P.S. ya extrañaba pasar por acá a escribir algo. Espero hacerlo más seguido de ahora en adelante.