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Recordando a los muertos

El 13 de Febrero de 1945 a las 10:00 pm las alarmas de Dresden empezaron a sonar. La gente corría a refugiarse en las iglesias y en el palacio del rey mientras Lancaster británicos desplomaban una lluvia de más 500 toneladas de explosivos sobre la ciudad. La primera víctima de este bombardeo sería la estación de tren. Sin embargo mientras los Británicos, ahora apoyados por norteamericanos, tenían suerte destruyendo la ciudad y en un acto diseñado para infundir terror en la población alemana decidieron atacar los lugares donde la gente se refugiaba. Tres días resistió la iglesia de nuestra señora antes de que su techo se desplomara acabando con la vida de todas la personas que se encontraban allí. Tres días después el saldo de víctimas se situaría en un número que los expertos varían entre 45.000 a 250.000 personas.

Sesenta y tres años después yo camino sobre las mismas calles, ahora reconstruidas, que vivieron el terror aquella noche. La ciudad se encuentra llena de policías, más de los que jamás he visto en mi vida. Se encuentran apostados en todas las calles de la ciudad como un recuerdo de los consejos dados por tantos amigos de quedarme esta noche en casa ya que neo nazis de toda Alemania se reunirían esta noche para conmemorar lo que ellos denominan el holocausto aliado.

Sin ningún revés, logro llegar a la iglesia de la cruz. Me siento algo emocionado por que jamás en mi vida había asistido a un servicio luterano, aunque al parecer este en especial reúne a todas las denominaciones religiosas de la ciudad. Es imposible darse cuenta que soy el único extranjero, salvo unos cuantos asiaticos, en todo el recinto. Tras un bonito servicio y un largo discurso en contra del resurgimiento de la ultra derecha europea y un llamado a la defensa de los derechos humanos nos dirigimos con mi guía a las afueras, en dirección hacía el río Elba. Se acercan las 10 pm y de repente la campana de la Hofkirche empieza a sonar y poco a poco se le unen las campanas de todas las iglesias de la ciudad en memoria de las víctimas de aquella noche.

Mientras me deleito con escuchar todas las campanas y ver a las personas caminando con rosas blancas, me pregunto si en 50 años todas las iglesias de la región repicaran recordando a las víctimas de tantas masacres del país.

Por que no marcho

No es tan solo que tenga un examen ese día. Pero participar en un evento apoyado por Mancuso es como participar en un evento contra las AUC organizado por las FARC, por consiguiente, mejor me quedo en mi casa estudiando.