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Definitivo, estoy seguro que llevo un karma encima que me impide estar en los mejores momentos de algo, o en su defecto llegar tarde a estos (no me refiero a llegar tarde a las citas, es algo diferente, pero igual no quiero hablar al respecto). Pues bien, la semana pasada me he enfermado, con un par de días de incapacidad... hasta ahí todo bien, digo, quien se podría quejar. El problema es lo que sucedió acá en la oficina.

Desde hacía un tiempo se venía cocinando una pequeña revolución por parte de mis compañeros de trabajo. Yo suelo no hablar mucho del tema, pero acá hay un breve informe de la situación. Actualmente trabajo en un proyecto de investigación que realiza una universidad en una conocida empresa de la ciudad. El grupo de personas que llevamos a cabo este proyecto está compuesto por tres profesores, dos estudiantes de maestría, dos estudiantes de pregrado, un asesor (posteriormente les hablaré de este imbécil) y tres asistentes de tiempo completo. Estos últimos estamos permanentemente en la empresa, y nuestro objetivo principal, al menos para dos de nosotros, es desarrollar un software para el manejo de redes sociales.

Los problemas se dan, cuando nosotros, que no somos más que el equivalente del plancton en la cadena alimenticia, nos damos cuenta... bueno, mi coordinador llegó a esta conclusión, que no existe un lider en los profesores del proyecto. De hecho, a ellos poco o nada les importa lo que está pasando acá. La situación se agrava, cuando la única persona que opina es el imbécil del asesor, quien poco a poco nos ha alejado de la propuesta inicial que se hizo a colciencias. No solo eso, sino que cada quince días cambia de parecer, respecto a lo que había pedido.

Realmente, si no fuera por el asesor, no tendriamos nada que hacer, ya que es la única persona que parece tener algo para ponernos a hacer. El problema es que a cinco meses de iniciado el proyecto, y ha cinco meses de finalizarlo, literalmente, no tenemos nada que concuerde con la propuesta inicial. Fue esto lo que llevó a mi coordinador a pedir claridad por parte de los directores de proyecto. Básicamente dijo que ya era hora de aterrizar ideas y de tomar un norte y seguirlo. Ya que otra de las enfermedades que nos acosa y cambiar de tiempo en tiempo la teoría que seguimos.

Como era de esperarse, estos comentarios generaron una gran discusión. Especialmente el asesor está bastante molesto ya que hablamos de lo estúpidas de sus ideas. Pero al final, solo logramos obtener el rencor de este último, ya que nadie dió respuesta a nuestras pregunas... Bueno, yo que digo, no estuve allí, me lo perdí todo por estar en mi casa enfermo. Al menos me ví una buena selección de películas, jeje.

Como nota al margen, no se a que horas dejé que mi vida se enredara tanto y ya es hora de hacer algo al respecto. Tal vez ustedes ni siquiera se enteren, pero algo en grande va a pasar. Estoy muy emocionado al respecto.