Las clases están muy pesadas, lo que nunca hice en Colombia lo estoy haciendo acá. Me la paso estudiando en grupo y metido en la biblioteca. Los grupos que se formaron en la maestría son muy chistosos, por un lado están los chinos que andan siempre entre ellos aunque una ya interactúa un poco más con nosotros. Por otro lado están los alemanes que son una mierda, van a clase y salen corriendo apenas termina, excepto por un tipo cuyo nombre no recuerdo pero es un bacán. Es estudiante de pregrado pero es el mejor de los que asisten a las clases de la maestría. Y por otro lado el grupo del sabor, los tres latinos más un ruso y un danés. El ruso es un cague de la risa es muy chistoso, siempre está buscando lo más barato y eso que tiene una beca de 1600€ al mes. En fin, siempre sale con el apunte que nos hace reir. La gente a resultado ser muy amable, salvo los alemanes que parecen amargados, los que viven en mi piso ni siquiera salen de sus cuartos.
Tal vez lo único malo es el frío que anda haciendo, tengo que salir con mis dos camisetas de costumbre, saco que no me quito en todo el día y chaqueta que mantengo cerrada cuando salgo al aire libre y ahora el gorro se está volviendo de rigor. Aunque tampoco es que salga mucho, mi rutina ha sido ir a clases, y luego a la biblioteca de donde salgo a eso de las 10pm y me vengo a la casa después de eso. El día más terrible el miércoles, a un profesor le dio por programar clase de 7.30 en el periodo de invierno, así que hay que salir en la noche de la casa. Pero por lo ocupado que ando, no he podido salir a visitar la ciudad. El miércoles 31 es festivo así que tal vez podamos hacer algo, especialmente quiero ir a ver los alrededores del río Elba que dicen que es la parte más bonita de Dresden.